Una rutina que se repite al amanecer. Postales de calendario. Decisiones a pie de pista. Sentimientos que flotan. Aquella carta sin remite en el buzón. Un mensaje breve, conciso, penetrante como el viento que corta la respiración en enero. Incertidumbre bajo la tinta de un bolígrafo desgastado. Desgranar el alfabeto. La mejor solución. Entenderlo. Camuflaje dentro de un corazón. Sueños en un sofá. Ideales entre las sombras de las farolas. Juegos de azar. Señales mojadas. Nieve en enero...
1 comentario:
Retazos, jirones de pensamiento. Finalmente todo eso. ¡ Ah, literatura!
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