domingo, 26 de julio de 2009

En busca de la frontera...


El saquito de las excursiones largas espera en el umbral de la puerta dispuesto a salir corriendo incluso antes de que el sol aparezca por las rendijas de una persiana a medio bajar. Y mientras las agujas de un despertador se apagan tras esa puerta que no volverá a abrirse hasta dentro de dos semanas, la cama que seguirá con la misma arruga, el armario con la mitad de carga y los libros de las estanterías se llenarán de polvo, salvo esa novela que habla entre líneas y que desde aquella mañana viaja en la parte de atrás de tu equipaje. Salir corriendo con la sonrisa puesta y con la extraña sensación de que algo se te escapa. No sé cómo, pero te llevaré en la mochila...

domingo, 19 de julio de 2009

Con la estrategia en un trozo de papel


Volver a escribir acordes caducados en una servilleta de un bar con sabor a cerrado. Las notas se yerguen sostenidas en un pentagrama inestable mientras la escena se repite en tu mente una vez cada dos copas. Coger la mochila y salir corriendo sin ya nunca mirar atrás. Egoísmo de un suicida urbano que prefirió enterrar sus sentimientos y tirar la llave de su memoria para guardarla donde nunca nadie pueda descubrirla. Los secretos mejor guardados se esconden tras la cara de la luna que nunca se ve... Quédate y no preguntes...

jueves, 16 de julio de 2009

Sin tachar...


Pasar las hojas de un calendario, cada una con su historia, cada una con una anécdota que no debe caer en el olvido, cada una con una sensación diferente, cada una con su particular expresión, cada una con un guiño especial... Mirar por las rejillas de la ventana y releer las historias que se quedan en la mente para trasladarlas a un papel que nadie verá

martes, 14 de julio de 2009

Interferencias...


Una historia entre pasos de cebra que separan aceras distintas. Un mensaje encriptado que no quiere ni puede ser decodificado porque quien escribe las letras simplemente deja que el bolígrafo dé forma a las sensaciones encontradas que se agolpan a las puertas de la garganta y que temen ver la luz del día. Las miradas se apagan como cuando las farolas se despiden de la noche que ayer nos dio la espalda...

sábado, 11 de julio de 2009

Con la mente en las aceras


El amanecer se desvanece mientras la cama continúa deshecha. Los acordes de una acera despiertan por la noche mientras alguien camina en dirección a casa con la mente en otra ciudad, en otro instante, en otra canción que no guarda el miedo dentro de su compás encendido. Da pasos, pequeños, y siempre con la idea de olvidar el ruido que la noche no se lleva...

Mañana será mañana...


Ruidos sordos que no escuchan esa historia que se fragua antes de que el día despunte en una mañana de fiesta. Volver a casa y dormir con la mente dispersa mientras la misma escena se repite cada tres segundos. Desinflarse como un balón pinchado antes de volver a mirar el reloj de la cocina, ése que decidió no detenerse contigo y seguir marcando los pasos de un espacio que continúa salvo para quien no pudo seguir el ritmo más allá de la noche...

martes, 7 de julio de 2009

Dentro del otro lado...


En esos días en los que uno pierde la noción del tiempo y sin saber muy bien qué hacer con esa sensación, piensa cómo sería la vida en un sitio que no es el suyo, y hace una lista de mandamientos incumplidos y recapitula el momento para darse cuenta mientras camina de vuelta a casa que una sonrisa dibuja su rostro cansado cada vez que piensa que esa ciudad ya nunca le dejará indiferente...

viernes, 3 de julio de 2009

Volver y sonreir,


Sensaciones inexplicables ancladas a las letras de un diario escondido bajo el teclado, palabras que no se encuentran porque su significado apenas cubre la mitad del valor de lo que dice una mirada en la distancia, un destello de ilusión por saber que regresas, un aliento contenido al ver que las sonrisas se multiplican en las dos direcciones. La realidad se quiebra cuando quien espera con las manos entreabiertas esboza un sentimiento real que no sabe cómo transmitir, pero que llega a su destino a pesar de que nadie hable abiertamente.

jueves, 2 de julio de 2009

Un instante teñido de rojo!


El destello de un atardecer en motocicleta que moldea una imagen que cruza un horizonte que no acaba, segundos infinitos que muestran los reflejos de un volcán escondido bajo la superficie de un mar en calma que amenaza con flanquear las barreras de lo imposible y colorear de rojo el firmamento. Un atardecer en sueños dormidos que dibuja en la retina una sensación sin definir, sin poder, sin querer ponerle límites...