
Creer que las palabras de una noche valen dos veces el valor de su interior. Rampas por escaleras y elevadores sin botón de emergencia. Sinceridad abrupta que huye al despertar... Y mientras un tic tac escondido, furtivo, que te despierta por la tarde y se acuesta al amanecer. Un sinfín de huecos ocupados en los que no resuena ni el repiqueteo de dos copas. Mirar de nuevo y pensar con la voz... yo también lo entiendo!
2 comentarios:
Hoy cocino yo... F.
Q suerte! ;)
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