jueves, 19 de marzo de 2009

En la cima del monte más pequeño


Despertar para correr, sudar para relajarse, mirar para desenfocar, escuchar para no oír, pensar para no decir el resultado, aparecer para quedarse por detrás. Paradojas que te encuentran donde quiera que avances, líneas que no se pueden escribir, una foto arrugada que no ha visto la luz del sol y un reloj que no funciona pero que nunca piensas en tirar. Cada segundo marca el minuto más valioso de cualquiera de las 24 horas que te dan para jugar...

No hay comentarios: