lunes, 23 de mayo de 2011

Una calle sin nombre

Palabras que aprendí al irme a dormir. Silencios que maticé tras largas conversaciones con la almohada. Libros que entendí cuando la última página desnudó a sus personajes. Colores que descubrí mientras el día escapaba. Cuentos que recordé en el horizonte de un sueño de papel. Canciones que aprendí pensando en cada letra. Zapatillas que desanudé después de que el camino se perdiera entre los pedregales. Ciudades que imaginé dedicándole un espacio al tiempo...

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