viernes, 7 de noviembre de 2008

24 horas y alguna más...


Merece la pena una escapada cuando sabes que el tiempo corre en tu contra. La tensión se palpa cada segundo mientras el sol se oculta con avidez tras un risco elevado. El deseo de fugarte, la inquietud de quedarte encerrado, la picaresca de provocar una sonrisa y el cosquilleo de pensar en una sorpresa se esfuman cuando las sombras despiertan de su letargo. Escenas recostadas y el placer de dormir con la radio encendida...

No hay comentarios: