
Frases encerradas en una mochila olvidada a propósito detrás de la puerta, experiencias que llenan recovecos de un petate para decir de mil maneras todo lo que desaparece en cualquier ciudad sin nombre. Navegar sin rumbo durante una hora o un minuto, ¡qué más da! El reto consiste en traspasar la corteza aparente de la realidad, enamorarse de un sentimiento para que las nubes se evaporen mientras el horizonte protege tu inocencia.
2 comentarios:
Holaaa! tengo nuevo blog, a ver si así acabo con la maldita pereza a la hora de escribir...
Sigo leyendo el tuyo!
Competencia, eh? mmm... jaja! A ver cuando vengas si nos vemos. Disfruta de carpas, vl? mil bss
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